puff...
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  • muy recomendados!

    Burning Day
    Casita de sueños
    En el subte
    Era esto o un curso de cocina
    Merengadas, sonrisas, rumba y amor
    Mis dos centavos
    Mundo Acme
    Sacada de Contexto
    Sería más sencillo que te desnudes ahora
    Tropiezos y Mariposas
    =)
    !
     

    7.10.04

    Recuerdo que hace tiempo quería tenerlas, pensaba que al poseerlas ganaba mi libertad. Por suerte poco tardé en darme cuenta que nada era como parecía, que sólo lograrían esclavizarme.
    Hoy por hoy no me aterra la idea de adquirir en algún futuro una, me aterra el uso que se les está dando hace tiempo.

    Digamos que las tarjetas de crédito son un buen sustituto del dinero en efectivo, dan seguridad y estimulan el consumo masivo.
    Es claro que es un arma que funciona muy bien para sus proveedores, ya que se basa en facilitaciones para los pagos y otros beneficios para quienes las utilicen.

    No al uso indebido de las tarjetas de crédito!

    ¿Cuál es la necesidad de pagar nuestros gastos en la mayor cantidad de cuotas posibles? Y no estoy hablando de un televisor pantalla plana, ni de un juego de muebles de living (que las justificarían), sino de pagar en 12 cuotas el módico precio de una juguera térmica o de un cd de música.

    ¿Acaso poco les importa estar un año con algo que tal vez ya se les rompió o le dieron de baja?
    En caso que todo salga bien, que pasen los meses de meses y sigamos usando nuestro producto... ¿no resulta verdaderamente molesto estar pagando $1,50 por mes y no poder disfrutar del todo de él?
    Las tarjetas son realmente una gran solución, pero mal utilizadas pueden ser trágicas.

    No puedo estar pagando medio año un juego de vasos, ni cuatro meses un cd de música, ni dos un collar de diamantes.
    Hay que aprender a diferenciar las categorías en lo que a pagos con tarjeta se refiere.
    Debemos evaluar si el gasto comprende mínimamente entre una vez y dos nuestro ingreso. Luego decidir si no amerita el pedido de un crédito bancario o similar.

    Finalmente, en caso que sigamos con la idea de la tarjeta, imaginarnos en el período en que estipulamos pagar nuestra deuda pensando en "¡¿Todavía tengo que pagar esto?!".

    Si se tiene la plata, por qué alargar y estirar el chicle si podemos solucionarlo ahora? Y si no la tenemos, por qué no nos sentamos y esperamos a tenerla? Recordemos que para acceder a una necesitamos cierto monto de ingreso mensual.
    No estoy en contra de las cuotas, de las tarjetas, ni de su necesidad que se evidencia por las distintas situaciones económicas.
    Pero aliento a un mejor uso, el uso disciplinado y correcto de la facilidad que presentan las cuotas.

    Las tarjetas deberían venir con la leyenda: "Úsese en caso de emergencia".