puff...
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  • 11.2004
  • muy recomendados!

    Burning Day
    Casita de sueños
    En el subte
    Era esto o un curso de cocina
    Merengadas, sonrisas, rumba y amor
    Mis dos centavos
    Mundo Acme
    Sacada de Contexto
    Sería más sencillo que te desnudes ahora
    Tropiezos y Mariposas
    =)
    !
     

    2.2.04

    En casa nunca hubo balanza. Nadie se interesó en adquirir alguna.
    Gracias al cielo.

    Si hay algo en lo que no creo, es en ellas. Problemáticas de principio a fin.

    Se experimenta una atracción como la que nos intenta llevar al centro de la Tierra.
    O al menos eso noto cuando paso por una farmacia: hay que ser muy fuerte para no entrar un segundito, chequearse y seguir nuestro camino.

    El inconveniente es cuando se transforma en obsesión. Ahí ya deja de ser sano.
    Las veces que nos entregamos a sus infernales garras no deberían superar a las profesionalmente indicadas. Eso es saludable.

    El eterno problema: pre y post resultado.
    Pre-resultado: La agonía del desconocido pero sospechado resultado.
    Post-resultado: - Resignación y culpa [negativo]: "Ese plato estuvo totalmente de más, lo sabía!"
    .......................- Desconfianza [positivo]: "Seguro está mal, me peso en la siguiente... "

    Balanza en casa. Dos farmacias de camino al trabajo. ¿A cuál le creo? ¿Debería sacar un promedio? Las públicas podrían estar equivocadas... ¿Calculo el error relativo y lo saco del resultado final?
    Muchos hacen esto, otros se quedan con una pero buscan nuevas opiniones.
    Pocos son los fieles-fieles [lamentablemente].

    Imagino que el golpe producido por el cobro en las balanzas de farmacias afectó de gran manera a estos "balanzadictos".

    Muchos dirán "Ohh, qué mal que ahora cobren por pesarse!... es ridículo", yo digo "Al fin encontraron la cura".

    Fui víctima de ellas. Si bien nunca me importó demasiado mi peso, lo hacía por diversión. Me curó el espanto: pararme en cada farmacia para verlas repletas de gente sedienta de agujas mortíferas. Masoquistas.

    No estoy en contra de su existencia. Apoyo a las públicas y hogareñas.
    No las vendo. No las arreglo. Tampoco las privaticé.